jueves, 5 de marzo de 2015

Protección contra el exceso de temperatura.

Muchos electrodomésticos basan su funcionamiento en la generación de calor de forma controlada, como puede ser la cafetera eléctrica, la plancha, el horno eléctrica, la vitrocerámica, la lavadora, etc.
Estos electrodomésticos disponen de un termostato que desconecta las resistencias calefactoras cuando se sobrepasa la temperatura ajustada por el usuario. En condiciones normales, dicho termostato es el encargado de desconectar el circuito de alimentación del equipo calefactor.

Fusibles.

Protegen el interior del equipo contra cortocircuitos o sobrecargas.
Tienen forma de cartucho cilíndrico y están construidos de material cerámico y de cristal. E su interior hay un hilo que se funde cuando se sobrepasa la corriente para la que ha sido calibrado. Cuando esto sucede, se interrumpe la alimentación eléctrica del equipo, protegiéndolo.

Protección contra sobrecorriente.

Una sobreintensidad o sobrecorriente es un aumento no controlado de la corriente eléctrica que puede ser perjudicial para el circuito en el que se produce. 
Los motivos por los que aparecen sobreintensidades son los siguientes:
  • Sobrecarga: es un aumento anómalo de la corriente del circuito durante un tiempo determinado.
  • Cortocircuito: es la unión directa de dos conductores que están a diferente potencial, lo que produce una corriente muy grande en un breve periodo de tiempo, que destruye de forma casi instantánea las partes más débiles del circuito.

Protecciones en el interior de equipos.

De igual forma que otro tipo de receptores, los equipos eléctricos y electrónicos se deben proteger contra anomalías que los podrían dañar o que podrían dañar o que podrían poner en peligro a la instalación eléctrica y a las personas que la utilizan.
Los equipos eléctricos y electrónicos se deben proteger contra:
  • Sobrecorrientes.
  • Exceso de temperatura.
  • Sobretensiones.